El 9 de abril celebraremos el nacimiento de Santa Carmen Sallés. Ella nació ese día de 1848. Este poema, de M. Ángeles Migúelez, nos ayudará a recordarla y tenerla presente aún más, si cabe, en nuestro día a día.
¡Muchas Gracias y feliz anivesario de Madre Carmen!
Son CIENTO CINCUENTA años
De aquel bello amanecer,
Cuando el Dios que me formara,
Me dio el gozo de nacer.
Felices están mis padres
Porque una niña nació.
Dicen que era preciosa
Me rodearon de amor.
Me educaron con esmero,
Al colegio me llevaron
Y allí, en la Compañía,
A María me entregaron.
Fui tan feliz con María,
Que con Ella, hasta soñaba.
Soñaba vestir de azul
Y alfombrar con azucenas
A todos los continentes.
Para llevarlos a Cristo
Y la gracia, cual torrente,
Inundara el mundo entero,
Haciendo brotar la fe
En todos esos esteros.
Me hicieron hija de Dios
Y en Manresa comulgué
Y ya Jesús me inundaba
Y me llenaba de fe.
Le prometí que sería
Toda y siempre para él
Y buscaba la MANERA
Para siempre serle fiel.
Pasé por momentos duros,
Que ya todos conocéis,
Pero eso no cuenta ahora:
Ahora, sólo cuenta el bien,
Que Dios hizo por mi medio,
Al entregarme a ÉL.
Pedí CONSEJO a María
Y me remitió a Jesús:
¡Haz lo que Él te diga,
Y llena de amor y fe,
Serle fiel hasta la cruz!
Y me miró tan profundo,
Con esa mirada azul,
Que toda cruz era suave
Por contentar a Jesús.
Pero este amor me inundaba…
¡No podía descansar!
Y en BURGOS abrí una escuela
Para poder educar.
Educar los corazones
De los jóvenes y niños,
Llenar sus mentes de luz
Y sus vidas de cariño.
Con sacrificio y pobreza
Abrimos muchas escuelas,
La BANDA AZUL, era siempre,
El distintivo de ellos.
Y qué feliz me sentía,
Cuando jóvenes llegaban
A ensanchar eta familia:
Concepcionistas se llaman,
Vestidas de AZUL Y BLANCO,
¡Qué bellas todas estaban!
Eran humildes, sencillas,
Alegres y muy atentas.
Educaban con paciencia.
En la oración ¡qué devotas
Y qué fuertes en las pruebas!
Jugaban con las muchachas,
Como si fueran chicuelas.
Por las noches, yo rezaba
Y agradecía al Buen Dios,
Esa vida que brotaba,
En toda la juventud,
Que siempre que se la orienta,
Avanza con gran tesón,
En entrega generosa,
Brindando su corazón.
Bajo el manto de María
A todos los cobijaba,
Los de cerca y los de lejos:
Los de España y los de África,
Y allá en Corea y Japón
Y también en Filipinas,
República y Venezuela,
Roma, Méjico y en U.S.A
Y hasta el inmenso Brasil,
Donde mis hijas irán,
A anunciar el evangelio,
Para que Cristo se encarne,
En el corazón del pueblo.
¡Seamos, siempre, devotas,
De María Inmaculada!
Ella cuida de nosotras
Y a Jesús nos llevará,
Sirviendo siempre al hermano,
Viviendo en gran santidad.
Amive Los Teques 09-04-98
M. Ángeles Miguélez