El Papa empujó con sus dos manos y abrió la puerta de la Basílica de San Pedro.
Al término de la misa celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa empujó con sus dos manos y abrió, un poco después de las once, la puerta santa de la Basílica. Permaneció en el umbral un rato rezando antes de atravesarla. Más información.