Crónica de la Asamblea pre-capitular en la comunidad de Consuelo, República Dominicana.Se inicia con el padre Julio Pascual quien hizo su reflexión con una oración en donde resaltaban tres palabras: abundancia, profundo y conocimiento. La abundancia nos invita a tener un corazón grande, lo profundo nos invita a ir dentro de nosotros mismos y el conocimiento que nos hace amar más.
Crónica de la Asamblea pre-capitular en la comunidad de Consuelo, República Dominicana.
Se inicia con el padre Julio Pascual quien hizo su reflexión con una oración en donde resaltaban tres palabras: abundancia, profundo y conocimiento. La abundancia nos invita a tener un corazón grande, lo profundo nos invita a ir dentro de nosotros mismos y el conocimiento que nos hace amar más. El P. Julio, planteaba las siguientes preguntas:
¿Cómo se presenta este siglo 21 con tanta agitación, dificultades, esperanzas? ¿Cómo vemos el horizonte de la educación, de la iglesia y del mundo?
Ante estas interrogantes nos decía que debemos tener una actitud de hijos de Dios ante los cambios y hacia el horizonte.
Una actitud de crecimiento y apertura, llamados a edificar el lugar donde estamos.
Estamos en el siglo 21, donde existe una cultura light que nos hace personas sin sustancias, sin valores ni criterios. Ante esto debemos tomar conciencia de cuál es nuestro rol. Este es un siglo de referencia, en donde nuestros alumnos buscan respuestas.
Nos decía que las conquistas de este siglo son a nivel técnico y científico, lo que a su vez se convierte en una oportunidad para reeducar el lenguaje. Planteaba además algunos desafíos:
• La permisividad.
• El relativismo.
• Escepticismo.
• Consumismo.
• Materialismo.
Los medios de comunicación social inculcan la cultura de la superficialidad barata. De nosotros depende el cambio en la educación. Invitaba a que desde la riqueza espiritual, debemos hacer un cambio.
Por la tarde M. Mariana Guinand nos introdujo en el trabajo de la Asamblea, enlazando con los desafíos planteados en la Asamblea anterior: Emaús: camino, encuentro y compromiso. Dichos desafíos apuntaban hacia la pastoral, la comunidad, la formación y misión y con esta introducción, iniciamos formalmente nuestra asamblea De Emaús a Pentecostés. Seguido de esto se explicó la metodología de trabajo y los documentos a reflexionar. Esta metodología consistía en un trabajo y reflexión personal, para luego integrarnos a los grupos y poner en común dicha reflexión.
El viernes en la noche, tuvimos el rezo del Rosario, en el que los misterios fueron distribuidos por los diferentes lugares. Consuelo tuvo el primer misterio: María y Pentecostés. El segundo misterio, Los Frailes: María y el carisma. Tercer Misterio: México: María y Laudato Sí. El cuarto misterio estuvo a cargo de Herrera; María y Amoris Laetitia y el quinto misterio Sabana de la Mar: María y los jóvenes.
La mañana del sábado iniciamos con laudes especiales, con motivo a la celebración del quinto aniversario de la canonización de Santa Carmen Sallés.
Continuamos con la celebración eucarística a cargo del P. Delfín, sacerdote de María Inmaculada, de origen filipino. Luego continuamos con el trabajo. En la noche, tuvimos una oración con los símbolos que recogían la experiencia de los trabajos realizados y luego el compartir la realidad e historia de los diferentes centros educativos, así como los aspectos culturales de los mismos. Cabe destacar que adquirimos un mayor conocimiento de la comunidad de Jiutepec, México, que se incorporó recientemente a la Provincia del Caribe. Finalizamos con un compartir festivo a cargo de cada centro.
El domingo iniciamos con la eucaristía en la parroquia Santo Cura de Ars, continuamos con los trabajos de la Asamblea y concluimos con la entrega de unos detalles por parte de la M. Provincial.