A Santiago de Compostela llega el latido concepcionista desde Asia, África, América y Europa; corazones que se saben en búsqueda, en camino y preguntan ¿cómo va el recorrido de las hermanas capitulares? ¿Qué tal la primera etapa del camino?
A Santiago de Compostela llega el latido concepcionista desde Asia, África, América y Europa; corazones que se saben en búsqueda, en camino y preguntan ¿cómo va el recorrido de las hermanas capitulares? ¿Qué tal la primera etapa del camino? Corazones que desde los distintos continentes se han preparado a lo largo de los meses para vivir este momento como oportunidad, como gracia y se interrogan… ¿aletea el Espíritu? estamos todos abiertos a la acción de Dios en nuestras vidas? ¿nos mueve el deseo de fidelidad creciente al querer de Dios? Estas breves líneas tratan de dar respuesta a tantos corazones blancos y azules que quieren vivir aún en la distancia las etapas del recorrido capitular. Con la mochila preparada el día 30 partíamos desde Madrid poniéndonos bajo la protección de la Virgen de la Providencia.
Al llegar a Ponferrada un alto en el camino. La comunidad nos acogió. La mesa de la Eucaristía y el compartir fraterno nos alegró. Al final de la tarde, bajo nubes amenazadoras nos recibía la ciudad de Santiago. Iniciamos esa misma noche los ejercicios espirituales dirigidos sabiamente por el padre Xavier Quintana sj, y la lluvia nos acompañó durante esos primeros días. El Espíritu iba empapando la tierra. El silencio y el ambiente de oración nos iban introduciendo en el querer de Dios. El itinerario ignaciano favorecía un clima de discernimiento preparando nuestra tierra para acoger el deseo de Dios en el hoy de nuestra congregación.
El día 8 al atardecer terminábamos la primera etapa del camino y esa noche nos reuníamos para iniciar la segunda etapa. La oración junto a María, la Madre de Jesús nos congregó al comienzo de la jornada. Fue acompañada por distintos símbolos: el crucifico, la Palabra, la luz, la imagen de María Inmaculada (la “fundadora”) y las constituciones.
La Eucaristía de inauguración fue presidida por el Sr. Arzobispo de Santiago don Julián Barrios. En una homilía muy cercana y profunda nos animó a mantenernos a la escucha del Espíritu Santo con responsabilidad y un fuerte sentido de lo divino. “Un capítulo es una celebración Pascual con todo lo que la Pascua tiene de cruz, muerte y resurrección”. Nos animó a escribir una página llena de esperanza, a discernir por dónde pasa el Señor en el hoy de nuestra historia. “Vuestro capítulo general interesa no solo a vosotras, sino también a la Iglesia y al mundo, y ha de ser una nueva y honda manifestación de Dios a los hombres y una página de esperanza”.Nos encomendó al patrocinio de Santiago apóstol y Santa Carmen Sallés. Al finalizar la Eucaristía se nos hizo entrega de un símbolo del Espíritu y dieron comienzo las sesiones preliminares y la presentación de la memoria de personal. Desde la ciudad del peregrino os enviamos un abrazo y en vuestro nombre se lo damos al Apóstol. Contamos con vuestra oración. Rezad por nosotras.