En este tiempo de Pascua contemplamos a Jesús vivo, núcleo del mensaje cristiano. El Papa Francisco destacó la sorpresa de las mujeres que querían ungir el cuerpo del Señor. Nuestro Dios es el Dios de las sorpresas, y “siempre hay una sorpresa detrás de la otra”. Y la sorpresa es lo que nos conmueve el corazón. El primer anuncio sorpresa. El segundo: la prisa, las mujeres corren.Y así corren. Para ver. Y Pedro y Juan, corren. Los pastores, en la noche de Navidad – recordó Francisco – corren para ver lo que habían anunciado los ángeles. Y la samaritana, corre. Esa gente corre, deja lo que está haciendo.
En este tiempo de Pascua contemplamos a Jesús vivo, núcleo del mensaje cristiano. El Papa Francisco destacó la sorpresa de las mujeres que querían ungir el cuerpo del Señor. Nuestro Dios es el Dios de las sorpresas, y “siempre hay una sorpresa detrás de la otra”. Y la sorpresa es lo que nos conmueve el corazón. El primer anuncio sorpresa. El segundo: la prisa, las mujeres corren.Y así corren. Para ver. Y Pedro y Juan, corren. Los pastores, en la noche de Navidad – recordó Francisco – corren para ver lo que habían anunciado los ángeles. Y la samaritana, corre. Esa gente corre, deja lo que está haciendo.
“También hoy sucede en nuestros pueblos, en nuestros barrios – agregó el Obispo de Roma en su homilía pronunciada de modo espontáneo – que se corre para ir a ver. Así se dan las sorpresas, siempre, de prisa”. A la vez que destacó que en el Evangelio hay uno “que no quiere arriesgarse” y “se toma un poco de tiempo”: Tomás. A quien el Señor espera con amor. Es el que decía ‘creeré cuando vea’. Pero “el Señor también tiene paciencia con quienes no van tan de prisa”. El anuncio: sorpresa. La respuesta: de prisa. Y el tercer punto – dijo el Pontífice – es una pregunta: “¿Y yo qué? ¿Tengo el corazón abierto a las sorpresas de Dios? ¿Soy capaz de ir de prisa, o siempre con esa cantilena, veré mañana, mañana?... Para decir, igual, mañana…
¿Qué me dice a mí la sorpresa?” Juan y Pedro fueron corriendo hacia el sepulcro, recordó el Papa. De Juan el Evangelio nos dice que creyó y también Pedro creyó. Su fe “era una fe un poco mezclada con el remordimiento por haber negado al Señor”... “El anuncio hecho sorpresa – terminó diciendo Francisco en su homilía –. ¿Y yo hoy en esta Pascua de 2018 qué?”