Ya hemos recibido nuestra “Compostela”. Agradecemos, con cariño la disponibilidad de las hermanas que desde hoy acogen el servicio de gobierno de la Congregación.
Los peregrinos que emprenden viaje a Santiago de Compostela en el momento de la partida reciben la credencial del peregrino, al final de cada etapa su credencial debe ser sellada para acreditar el recorrido realizado; al finalizar el camino, ya en Santiago reciben la “Compostela” que certifica el viaje realizado. Desde allí se dirigen a dar un abrazo al Santo. Estos días en Santiago son muchos los peregrinos que han llegado a la ciudad, en la plaza de la catedral, ante la fachada del Obradoiro, unos saltan, otros bailan, otros lloran de emoción,… las manifestaciones son tan variadas como diversos los caracteres de los hombres y mujeres que hacen esta experiencia.
Nosotros también hemos llegado al final de nuestro recorrido, hemos ido sellando nuestra credencial en cada etapa recorrida, hemos tenido la oportunidad de abrazar al Santo y dejar sobre sus hombros las inquietudes y preocupaciones de la Congregación, de cada una de nuestras comunidades y obras apostólicas, del MLC, de los exalumnos, de las familias, de todos los que nos sentimos Concepcionistas.
Hoy hemos recibido la “Compostela” que certifica el camino de búsquedas compartidas, inquietudes expresadas, comunión creada, prioridades deseadas…
Con esta quinta crónica queremos agradecer a la comunidad que nos ha acogido su servicio discreto y apoyo callado; una vez más, agradecer a todos los que os habéis unido a nosotras, vuestra oración y recuerdo y deciros que, contrario a lo que pueda parecer, nuestro camino no ha llegado a su fin, ya que se trata del viaje de la vida en el que cada llegada es un nuevo punto de partida.
Agradecemos también con cariño la disponibilidad de las hermanas que desde hoy acogen el servicio de gobierno de la Congregación:
M. María Isabel Moraza, Superiora General
M. Rosa Chao
M. Rosa Kang
M. Rosario Moreno
M. Wanilda Melo
M. Milagros Santos, Ecónoma General
Pedimos para ellas vuestra oración y apoyo para el camino, que junto a ellas, hoy emprendemos.
Os despedimos con el saludo de los peregrinos.
“Ultreia”, Sigue adelante
"Et suseia", Vamos más arriba